Celebrar a Iemanjá

De a uno, en grupos, felices y radiantes de fe, los fieles van llegando y pisando descalzos las arenas que siempre les recuerdan al año anterior. Como cada verano, y en diferentes partes de América, la noche del 2 de febrero se salpica de blanco al son de cánticos religiosos y de las ofrendas que miles de personas depositan honrando a la Diosa Iemanjá, la Virgen del Mar. Abrazada con tradiciones ancestrales que se pierden en la historia, el culto trasciende fronteras también en Punta del Este, donde residentes y visitantes asisten hermanados en un momento místico y de plena espiritualidad, a la sobrecogedora experiencia, con la Playa Mansa como silencioso anfitrión de la religiosidad manifiesta. Entre las constantes peticiones a la denominada en Brasil como Rainha do Mar, están la solidaridad, la salud, el bienestar, la paz, el amor, el respeto y la hermandad entre los seres vivos, convocadas a través de ofrendas con flores, frutas y cientos de velas encendidas en la arena. Domingo 2 de febrero, 21 hs. Playa Mansa