Explosión de colorido y originalidad, día y noche La Barra es sinónimo de actividad.
En la desembocadura del Arroyo Maldonado, el que une sus aguas al mar en la denominada Barra de Maldonado, dos puentes ondulantes comunican sus márgenes.
El primero de ellos, el que transita en dirección a Punta del Este fue construido en 1963 y diseñado por Leonel Viera Britos permitiendo un fácil acceso entre Punta del Este y La Barra, situación para la que antiguamente se utilizaba una balsa.
El segundo puente inaugurado recientemente copia fidedigna del original comunica en forma opuesta estos lugares.
Cabe destacar que la silueta y originalidad del primero de los puentes inspiró al poeta Pablo Neruda al punto tal de escribir un poema relacionado con el mismo.
La Barra era un antiguo pueblo de pescadores y el lugar favorito de veraneo de las familias de la ciudad de San Carlos; remontándose aún mas en el tiempo este sitio fue asentamiento y refugio de piratas, cuenta la historia que un corsario Francisco Tournier enterró un tesoro en una de las islas del arroyo; muchos buscaron este tesoro sin resultado hasta que en el año 1888 un grupo de exploradores que lo buscaba, desapareció abandonando las instalaciones y herramientas sin dar aviso a las autoridades, lo cual hizo suponer que los mismos habían escapado tras encontrar el botín de Tournier; éste es el motivo por el cual el primer balneario que se encuentra cruzando el puente de La Barra se denominó El Tesoro.
Hoy La Barra es un lugar de continuo movimiento, un paseo infaltable, un punto de encuentro y de disfrute de playas; centro de casi toda la movida nocturna donde se encuentran algunos de los restaurantes, discos y pubs mas populares.
Galerias de Arte, casas de antiguedades, estudios de decoración y las firmas mas reconocidas se instalan sobre la Ruta 10 que divide el lugar llegando hasta José Ignacio.
Toda La Barra tiene un encanto particular, casas que aún mantienen el aspecto de ranchitos de pescadores lindan con las más ostentosas residencias en torno a las costas del Arroyo Maldonado y la playa Océanica.
Una simbiosis de estilos arquitectónicos que aunque opuestos no desentonan sino que en un estilo propio ecléctico conforman una visión de colorido y formas que genera asombro y maravilla a los espectadores.
Antiguedades y artesanías, de todo como en botica.
Ubicado en pleno centro a pocos pasos de la ruta 10 que atraviesa La Barra se encuentra el Mercado o Feria de Pulgas.
El mismo ofrece al visitante todo tipo de antiguedades, muebles y artesanías muchas de ellas creadas de mano de quienes atienden los stands, además de pequeños puestos donde podemos degustar algún dulce casero o un pudín recién horneado.
La variedad de la mercadería es tan grande y original que nunca deja de sorprender a quienes pasan por allí a hacer alguna compra o a tan solo curiosear, desde las tazas de la abuela o aquel viejo espejo de la tía o el antiguo cuadro del bisabuelo hasta las coloridas velas y los originales porta inciensos de hoy día.
Un paseo imperdible donde pasado y presente se encuentran en un solo lugar.