Sólo un momento, contigo.
Las caminatas por el puerto y la rambla costera toman otra dimensión a la hora de almorzar, tomar el café a media mañana, desayunar en alguno de los elegantes y cariñosamente llamados “bolichitos” sobre la Rambla Artigas, o simplemente caminar de mañana buscando la captura envidiablemente fresca de los pescadores artesanales. En bici, patines o a pie, disfrutarlo es sólo un momento, de los miles que regala constantemente Punta del Este mostrando las cosas verdaderamente valiosas de la vida para vivir con otro o con uno mismo: el instante vivido en presente, el café con alguien especial, la puesta de sol detrás de la Isla de Gorriti y agradecidos por estar paseando al aire libre en uno de los lugares más lindos del mundo.