Viviendo José Ignacio
Con la brisa salpicada entre aromas marinos y campestres que se va colando de a poquito por las ventanillas abiertas, ya en 40 minutos desde que salimos de Punta del Este, e invitándonos anticipadamente en cada mirada posada en el paisaje a disfrutar del merecido descanso que venimos a buscar, nuestro primer apeo nos deja en el sencillo y encantador diseño de la Plaza de José Ignacio. Con su mágica impronta de Pueblo de Pescadores, alberga una envidiable población de pocas personas, y a su vez, celosos custodios de la paz abrazable que transmite el lugar, en un rústico cartel que reza sabiamente “Aquí lo único que corre es el viento”. Galerías de Arte, Arquitectura, Gastronomía, Eventos y caminatas tranquilas por la playa, definen más que un sitio, una forma de ser y sentir las profundas raíces que locales y extranjeros le aportan al lugar.