Kitesurf: volar como un pájaro.
Rayando el cielo a fuerza de colores y veloces piruetas que desafían la gravedad, montados en sus tablas e impulsados caprichosamente por los vientos oceánicos del Atlántico en sus velas, los kitesurfers anuncian desde lejos su presencia con trayectorias en picada que tocan el agua en algún punto, sobresaltando alguna de las gaviotas que asisten chillando al cada vez más usual espectáculo en Laguna Garzón y José Ignacio. En este sentido, el Ministerio de Medio Ambiente ha limitado la práctica a un máximo de 30 deportistas a la vez en zonas delimitadas y en custodia por las Intendencias de Rocha y Maldonado, debido a la injerencia perjudicial de este deporte en los hábitos de las aves que pueblan la zona. Los lugares habilitados para tal fin como para el estacionamiento de los vehículos de los deportistas, están sobre la acera Norte de la Ruta Nº 10, entre el km.187,5 y el 191.5, y se prohíbe hacerlo sobre formaciones vegetales de matorrales bajos, endémicos de la costa atlántica uruguaya.